Introducción a la industria: New Economy | Gonzalo Pérez López del Hierro

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Invertir en renta variable con una visión de largo plazo con una estrategia Buy&Hold sugiere buscar empresas que:

  • Sean estables.
  • Repartan un dividendo creciente.
  • Tengan barreras de entrada que les permita seguir operando durante años.

¿Quiere esto decir que no debemos invertir nada en empresas de las que llamamos "de crecimiento"?

Respuesta corta: no, siempre es bueno diversificar y tener empresas de distintos tipos.

Respuesta larga, esta decisión se puede tomar en base a la edad, como explicamos aquí, usando para ello el marco de referencia de Morningstar, sin despreciar las megatendencias del mundo en el que vivimos, y en última instancia, consiguiendo con ello una diversificación que puede llegar a batir el mercado (ver aquí y aquí). 

Este artículo ha sido redactado por Gonzalo Pérez López del Hierro, autor del proyecto Value4all.

Introducción a la Economía Colaborativa

El término “economía colaborativa”, como dice José Manuel Fernández en su trabajo “Economía Colaborativa: Análisis sobre la financiación de empresas con fines sociales a través del crowdfunding” hace referencia a la tendencia de la sociedad de compartir, reutilizar o intercambiar, tanto información como recursos, aprovechando las sinergias generadas y eliminando los costes asociados a las acciones individualistas del modelo capitalista.

Es decir, en este nuevo paradigma económico la acción protagonista es “compartir” y no “poseer”. Este modelo, aprovecha el coste marginal de producción próximo a cero que tiene una persona poseedora de un objeto, para explotar su capacidad ociosa, permitiendo que otras personas lo utilicen, a cambio de una compensación. Es importante tener en cuenta, que la utilización es temporal, y que no hay ningún tipo de transferencia de titularidad del objeto. Algunos ejemplos de objetos compartidos son, habitaciones o vehículos como bicicletas o coches.

Este nuevo concepto de modelo económico está generando especial tracción en los últimos tiempos, gracias al cambio en la mentalidad de muchas personas que encuentran un interés mayor únicamente en la utilización de los servicios, en vez de en la titularidad de los recursos.

La aparición de la economía colaborativa ha introducido nueva terminología que se debe conocer. El nuevo término más importante es el de “prosumidor”. Este concepto engloba al conjunto de consumidores que han comenzado a asumir de forma simultánea el rol de productores, explotando los ínfimos costes marginales.

Para que este modelo funcione, es de especial importancia la comunicación y al acceso a ella entre los prosumidores. La conexión entre todos ellos, la facilitan las plataformas online que conectan demanda y oferta. Buscando satisfacer este nuevo rol, es la forma en la que han surgido nuevos modelos de negocio como Airbnb, Uber o BlaBlaCar. Hay que destacar, que la comunicación y las relaciones entre los prosumidores deben estar basadas en la confianza, y que en caso de que esto no ocurra, el modelo, por tanto, fracasará. Por esa razón, estas nuevas compañías que establecen las conexiones presentan un papel crítico para la implantación del modelo.

En la siguiente figura podemos encontrar plasmada de forma gráfica la realidad de la economía colaborativa mostrada en el artículo “Conceptualizing the Sharing Economy through Presenting a Comprehensive Framework” (Ranjabari, Morales-Alonso, & Carrasco-Gallego, 2018).

El principal objetivo de este nuevo modelo, como bien explica el experto en consumo colaborativo Albert Cañigueral “no se trata de que no compres nada; se trata de que no tengas que comprarlo todo” (Cañigueral, 2014).

La cantidad de posibilidades que alcanza este nuevo concepto económico es innumerable. Autores como Rifkin ya resaltaban el impacto que este cambio estaba teniendo hace años: “el procomún colaborativo está transformando nuestra manera de organizar la vida económica y ofrece la posibilidad de reducir las diferencias en ingresos, de democratizar la economía mundial y de crear una sociedad más sostenible desde el punto de vista ecológico” (Rifkin, 2014).

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Figura 1. Esquema de la economía colaborativa. Fuente: Ranjbari, Morales-Alonso and Carrasco-Gallego (2018).

Para contextualizar esta relevancia que se menciona, Absolute Reports ha estimado un tamaño de mercado para la economía colaborativa de casi 150 mil millones de dólares estadounidenses (Absolute Reports, 2023). Además, en este mismo estudio se explica que se espera un crecimiento de este mercado de alrededor del 32% anualizado en el período de 2022-2028, llegando así a un tamaño de mercado al final del periodo de casi 800 mil millones de dólares. Es este crecimiento el que tienen la oportunidad de capitalizar algunas de las empresas analizadas en la industria New Economy.

Ejemplos de modelos colaborativos en el área del transporte

En este segundo epígrafe sobre las economías colaborativas se van a explicar ejemplos de modelos que ya están implantados en la actualidad. La finalidad principal es facilitar la comprensión de los conceptos previamente explicados.

Ride-sharing

El primer modelo que explicar es el denominado ride-sharing. En este modelo, se busca como objetivo ofertar los huecos vacíos que va a tener un vehículo al realizar un desplazamiento largo. De esta forma, esa capacidad no queda ociosa y se aprovecha. La principal plataforma que permite que este modelo funcione es BlaBlaCar, la cual tuvo su origen en el año 2009 en Francia. Tras el rápido éxito que esta cosechó, su proceso de expansión fue muy rápido, en parte gracias a las redes sociales.

Esta plataforma permite a las personas que van a realizar un desplazamiento con su vehículo, publicar los espacios que hay libres y se pueden aprovechar. Estos permiten que las personas interesadas en ocuparlas los soliciten a través de la plataforma.

La publicación que se realiza por el conductor generalmente incluye muchos datos diferentes, pero entre ellos destacan el precio a pagar, lugar de partida, lugar de origen y hasta si admite mascotas, entre otros.

La principal función del precio a pagar es la división de los gastos que se incurren en el viaje a través de peajes y combustible, principalmente, entre todos los viajeros. De esta forma, el impacto económico que esto supone para el conductor es mucho más reducido.

La plataforma BlaBlaCar, fundamenta su éxito principalmente en la confianza que los usuarios depositan en ella. Por esta razón, la compañía añade las posibilidades de ponerse fotos de perfil o dejar comentarios en los perfiles de los usuarios con los que ha compartido viaje, para así poder fomentar esta lo máximo posible. De igual manera, ha creado un denominado “Sólo mujeres” que busca dar ese empujón a aquellas que sean aún más desconfiadas. El éxito de la plataforma se puede ver en los más de 90 millones de usuarios en los 22 países en los que esta se encuentra disponible, según la propia compañía.

Bike-sharing

Este tipo de servicio ha visto incrementar su popularidad durante los últimos años en la ciudad de Madrid, en donde es conocido como BiciMad. Pero no es esta la única que dispone de él, ya que también se encuentra presente en otras ciudades españolas como Barcelona, o europeas como Londres.

El modelo se basa en una red de estaciones en las cuales se encuentran bicicletas a disposición del usuario para cuando las necesite. En este caso, el ciudadano en cuestión, la recogerá en la estación donde comience su viaje, y la dejará en aquella que lo finalice. Ambas estaciones no tienen por qué ser la misma.

A pesar de los casos que se han mencionado, los lugares en donde mayor éxito han encontrado estos servicios han sido en ciudades pequeñas y mediana. Esto se debe a que las distancias entre los desplazamientos son mucho más acordes a este tipo de desplazamiento.

De la misma forma, otro factor que influye en la adopción del servicio es la densidad de la red de estaciones en la ciudad en cuestión. Esta evidencia se puede observar en la Ilustración 12, resultado de un estudio realizado por la consultora Roland Berger.

Car-sharing

Por último, se va a explicar el modelo denominado como car-sharing. Este modelo consiste en una red de vehículos, generalmente eléctricos, que se ofertan al público para ser alquilados por minutos y puedan realizar su desplazamiento. Los vehículos pueden ser desplazados por cualquier zona, pero el comienzo y el final del viaje deberán ser dentro de un área delimitada por el proveedor del servicio. Los principales proveedores de este tipo de servicio actualmente son Zity, Wible, Free2Move, ShareNow, GoTo y Voltio.

Dentro del precio final pagado, se encuentra incluido el tiempo de uso, además de seguros para los pasajeros. La empresa proveedora puede cobrar penalizaciones por dañar el vehículo o hacer un uso indebido de este, en cuestión de límites de velocidad.

Estos servicios de car-sharing siguen un modelo llamado free floating que es el que permite recoger y entregar el vehículo en cualquier lugar del área marcada. La otra posibilidad sería un servicio de estaciones, siguiendo un patrón similar al de ride-sharing.

Siguiendo la misma lógica que con los coches, la compañía Cooltra lanzo su plataforma eCooltra para motocicletas eléctricas. Servicio que posteriormente ha sido replicado por compañías como Acciona, Movo o Muving.

A diferencia del modelo en el que se basaba BlaBlaCar, el car-sharing está principalmente enfocado en el desplazamiento urbano.

En relación al marco teórico expuesto en la Figura 1, cabe destacar que tan solo el modelo Ride-sharing cumpliría todos los requisitos para ser considerada como economía colaborativa. Los otros dos modelos más frecuentemente nombrados como pertenecientes a la economía colaborativa son Airbnb y Uber, que también presentan limitaciones para poder ser encuadrados en dicho marco teórico. En este artículo no entraremos en más detalle en dicho encaje, sino que se van a incluir en un grupo mayor denominado New Economy.

La industria New Economy

Como New Economy o industria de la nueva economía se conoce al conjunto de empresas que tienen en común tres condiciones.

  • En primer lugar, son empresas cuyo modelo de negocio está fundamentado en la tecnología. De esta forma, todas sus operaciones serán totalmente escalables, permitiendo obtener rentabilidades sobre el capital invertido elevadas a medida que ganen tamaño. Por ello, la visión a largo plazo en estas empresas es especialmente importante.
  • En segundo lugar, son empresas que, por encontrarse en etapas de vida tempranas, gozan de elevadas tasas de crecimiento. Esta característica atrae a muchos inversores, porque permiten explotar al máximo el efecto de la capitalización compuesta, generando en el largo plazo unas enormes plusvalías.
  • Finalmente, en términos generales estas compañías tienen un toque disruptivo en sectores maduros que tienen un largo historial y ya están asentados en la economía. Es esta la principal causa por la que la industria recibe este nombre. 

Rendimientos históricos de la industria New Economy

En este apartado se van a mostrar los rendimientos históricos de las empresas que conformar esta industria. Para ello se elegirá un índice que esté formado por las compañías propias de este sector. Es importante recordar, antes de nada, qué es un índice. Un índice es un conjunto de compañías, cuyo resultado agrega el resultado ponderado en función de los pesos de las empresas que lo conforman. Es decir, se podría ver como una media ponderada de empresas. La ponderación de cada empresa se puede llevar a cabo de muchas formas, las más populares son: según fundamentales de las empresas, según capitalización bursátil, ponderación constante, etc.

Esta media permite contextualizar las rentabilidades que se obtienen dentro de la industria en caso de que una persona elija los valores de forma individual. Además de ayudar a establecer unas expectativas realistas sobre el futuro.

Para la industria elegida en este artículo, un índice que se adecua es el llamado S&P Kensho New Economies Composite Index. Este índice comprende un conjunto de 546 empresas que representan la cuarta revolución industrial llevada a cabo en el siglo 21 (S&P Dow Jones Indices, 2023).

En la siguiente tabla se encuentran las rentabilidades históricas anualizadas de esta cesta de acciones. El lanzamiento de este índice fue en 2017, y por esa razón no se dispone de información sobre la rentabilidad anualizada de la última década completa. Hay que recordar que estas rentabilidades presentadas también son de tipo compuesto.

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Tabla 1: Rentabilidades pasadas S&P Kensho New Economies Composite Index. Fuente: Informe S&P Dow Jones Índices

En último lugar y como advertencia, es importante no cometer el error de pensar que el pasado es un fiel reflejo del futuro. Puede arrojar alguna luz sobre cómo puede ser este, pero no se pueden extrapolar las rentabilidades pasadas hacia delante, ya que esto es un grave error que solo puede generar desilusiones. Para poder estimar cómo pueden ser las rentabilidades de un índice, industria o compañía, hay que hacer un análisis exhaustivo del futuro de esta en particular.

Principales empresas de la New Economy

Tras haber contextualizado en qué coincide el grupo de empresas a analizar y haber establecido unos valores de referencias sobre las rentabilidades históricas, se van a presentar las principales compañías del grupo. Estas se encuentran recogidas en la Tabla 2, junto con datos como los ingresos del último año, la capitalización del mercado a fecha 09/03/2023, el número de empleados contratados, la industria en la que compiten y el mercado principal en el que cotizan.

 

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Tabla 2: Principales empresas de la industria New Economy. Datos a día 09/03/2023. Fuente: Informes anuales y elaboración propia

De las principales empresas, se han elegido cinco que son las analizadas en detalle a continuación en el siguiente artículo. El criterio principal ha sido elegir empresas que son rivales entre ellas dos a dos, de forma que los resultados se puedan comparar, además de a nivel grupal, también a nivel específico de una industria. Las compañías elegidas son:

  • Airbnb (Consumer Cyclical / Travel Services)
  • Booking Holdings (Consumer Cyclical / Travel Services)
  • Uber Technologies (Technology / Software - Application)
  • Lyft (Technology / Software - Application)
  • Match Group (Communication Services / Internet Content & Information)

Cabe destacar que estas empresas no están clasificadas bajo una misma industria según el marco de Morningstar, siendo la atribución de cada una la que se ha señalado entre paréntesis en la lista anterior. La clasificación como New Economy es una atribución que hacemos nosotros de manera arbitraria y con un enfoque eminentemente práctico a nivel de inversión.

Notas:

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El proyecto value4all es un proyecto divulgativo sin ánimo de lucro. No somos una gestora ni comercializadora de acciones y/o fondos, ni aceptamos publicidad de comercializadoras para preservar la independencia del proyecto.

Los fondos que deposites en renta variable (acciones) no están garantizados. El capital invertido queda por lo tanto sujeto a las subidas y bajadas del mercado. Debes por lo tanto considerar la inversión en Bolsa como un vehículo adecuado para tus ahorros en el largo plazo, esto es, el destino del ahorro que estás seguro de no necesitar en un horizonte de 8-10 años. En caso contrario, el riesgo de que acabes teniendo menos dinero del depositado es muy alto.

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