Daron Acemoglu es uno de los economistas más relevantes de nuestro tiempo. En este vídeo y podcast, Xavier Sánchez y Gustavo Morales desgranan sus principales contribuciones, atendiendo además a las críticas que ha recibido su trabajo.
¿Quién es?
Daron Acemoğlu es un economista turco nacido el 3 de septiembre de 1967 en Estambul, Turquía. Actualmente residente en Estados Unidos, donde es profesor de Economía en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). En el momento de redacción de este post, cuenta con 222.000 citas en Google Scholar y un índice h de 168.
(El índice h es un sistema propuesto por Jorge Hirsch, de la Universidad de California, en 2005 para la medición de la calidad profesional de físicos y de otros científicos, en función de la cantidad de citas que han recibido sus artículos científicos.
Se calcula ordenando de mayor o menor los artículos científicos según el número de citas recibidas, siendo el índice h el número en el que coinciden el número de orden con el número de citas.)
En esta entrada vamos a repasar sus principales contribuciones en el campo de la economía. Hay tres ámbitos en los que ha trabajado principalmente Acemoglu:
- Teoría del crecimiento económico: Acemoglu ha realizado investigaciones significativas en el campo de la teoría del crecimiento económico. Junto con su colaborador James A. Robinson, desarrolló la teoría de las instituciones políticas y económicas como determinantes clave del crecimiento económico sostenible.
- Economía laboral: Ha investigado las dinámicas del mercado laboral, incluyendo el impacto de la automatización, la educación y la capacitación en la productividad y la distribución de ingresos.
- Teoría de juegos y economía de la información: Acemoglu ha contribuido a la teoría de juegos y la economía de la información, áreas que tienen aplicaciones en una amplia variedad de campos, incluyendo la economía, la política y la toma de decisiones estratégicas.
Sus principales contribuciones:
Pero sin duda sus trabajos más influyentes y por los que es conocido de manera mainstream o no especializada son por los libros que ha publicado junto a James Robinson, “Por qué fracasan los países” (2012) y “El corredor estrecho” (2019), que se enmarcan en sus contribuciones a la teoría del desarrollo.
La tesis central de "Por qué fracasan las naciones" es que la clave para comprender el éxito o el fracaso de una nación reside en sus instituciones políticas y económicas. Acemoglu y Robinson sostienen que hay dos tipos de instituciones que dan forma al destino de un país: instituciones inclusivas y extractivas.
- Instituciones inclusivas: Las instituciones inclusivas se caracterizan por una amplia distribución del poder político, los derechos de propiedad y las oportunidades económicas. Permiten igualdad de condiciones en las que individuos y grupos pueden participar en los procesos económicos y políticos. Estas instituciones tienden a promover la innovación, la inversión y el crecimiento económico. Las instituciones inclusivas suelen asociarse con la democracia, el Estado de derecho y los mercados abiertos.
- Instituciones extractivas: Las instituciones extractivas concentran el poder y la riqueza en manos de unos pocos elegidos. Limitan el acceso a oportunidades políticas y económicas, favoreciendo a una pequeña elite, a menudo a expensas de la población en general. Las instituciones extractivas sofocan el crecimiento económico y la innovación porque crean incentivos para que la élite gobernante mantenga su poder y riqueza en lugar de invertir en el desarrollo a largo plazo de la nación. ¿Sería posible el crecimiento económico con instituciones extractivas? La respuesta posiblemente sería sí, lo que no quiere decir que este sea tan grande como en el caso de predominar instituciones inclusivas, ni los beneficios de dicho crecimiento extendidos en todos los segmentos de la poblacion.
Acemoglu y Robinson sostienen que la interacción entre las instituciones políticas y económicas está en el centro del éxito o del fracaso de una nación. Las instituciones políticas inclusivas tienden a dar lugar a instituciones económicas inclusivas que, a su vez, impulsan la prosperidad y el desarrollo económico. Por el contrario, las instituciones políticas extractivas conducen a instituciones económicas extractivas, lo que resulta en pobreza y subdesarrollo.
Por su parte, "El corredor estrecho", puede entenderse como una continuación del libro anterior, en el que se pone el foco en la importancia del equilibrio entre el peso de las instituciones políticas y el peso de la sociedad civil. En este libro, Acemoglu y Robinson sostienen que el camino hacia la libertad y la prosperidad es un "corredor estrecho" entre las dos fuerzas opuestas del poder estatal y la inclusión social. Sostienen que un Estado fuerte y centralizado puede conducir a la opresión y a instituciones extractivas, mientras que un Estado demasiado débil puede conducir a la anarquía y el caos. El escenario ideal es una sociedad que logre un equilibrio entre el poder estatal y la participación ciudadana, permitiendo que florezcan instituciones políticas y económicas inclusivas. Cuando uno de ellos tiene suficiente fuerza como para imponerse al otro, no se consigue un desarrollo económico duradero. En este libro se ponen diversos ejemplos de países que avalan su teoría.
Principales críticas:
Si bien la teoría del desarrollo económico de Daron Acemoglu y James A. Robinson ha recibido elogios y reconocimiento por sus contribuciones a la comprensión de las instituciones y el desarrollo económico, también ha enfrentado críticas y debates en la comunidad académica y entre los economistas y científicos políticos. Algunas de las críticas principales a esta teoría incluyen:
- Simplificación excesiva: Algunos críticos argumentan que la teoría de Acemoglu y Robinson puede simplificar en exceso la complejidad de los factores que influyen en el desarrollo económico. Señalan que las instituciones son importantes, pero pueden interactuar de maneras complejas con otros factores, como la geografía, la cultura, la tecnología y las políticas específicas de cada país.
- Falta de atención a otros factores: La teoría de Acemoglu y Robinson tiende a centrarse principalmente en las instituciones políticas y económicas como factores determinantes del desarrollo económico, relegando otros factores, como la inversión en capital humano, la tecnología y la infraestructura, a un segundo plano. Algunos críticos argumentan que esta visión puede ser insuficiente para comprender completamente el desarrollo económico.
- Falta de prescripciones políticas claras: Aunque la teoría de Acemoglu y Robinson ofrece una descripción de los factores que influyen en el desarrollo económico, algunos críticos sostienen que carece de prescripciones políticas específicas para los formuladores de políticas y los líderes de las naciones. Argumentan que es necesario proporcionar orientación más concreta sobre cómo mejorar las instituciones en contextos específicos.
Conclusión:
Si bien es cierto que las críticas que se le han hecho a los dos libros de Acemoglu y Robinson tienen base, no es menos cierto que sus contribuciones son francamente valiosas, y que las críticas recibidas no son suficientes para invalidar sus conclusiones.
El marco conceptual que proporcionan Acemoglu y Robinson en sus libros permite una mejor comprensión de una realidad muy compleja y diversa. Las críticas pueden entenderse en tanto en cuanto ponen de relevancia aspectos o consideraciones que permiten enriquecer dicho marco sin que este pueda verse sustancialmente afectado.
La lectura de estos libros nos ha resultado muy inspiradora, y nos hace darnos cuenta de que no se debe dar por hecho que las instituciones políticas y económicas son inclusivas en todos los países, ni que dicha inclusividad está a salvo pase lo que pase. Más bien al contrario, existen muchas fuerzas que impulsan en una dirección contraria a la inclusividad de las instituciones, por lo que debemos estar alerta cuando el poder político o económico pretenda cometer abusos.
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