Adidas vs Nike | ¿Quién es mejor en ESG? | Belén Gutiérrez Postigo

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Adidas y Nike son dos gigantes de la industria del apparel que se jactan de hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor para nuestros descendientes. Pero, ¿es realmente así? ¿Cuál de las dos es mejor en términos de ESG? Belén Gutiérrez Postigo, autora del proyecto Value4all, lo ha estudiado y lo resume en vídeo y podcast, estando el artículo de blog a continuación. Con el apoyo de Ricardo Ágreda González, de Sustainalytics.

¿Qué es ESG? Criterios de sostenibilidad.

Ya hemos hablado de inversión sostenible o ESG en una entrada anterior del proyecto. Aquí definimos de nuevo lo que es ESG. Esta terminología responde a los criterios ambientales, sociales y de buena gobernanza. Este acrónimo también es conocido como ASG, en referencia a sus siglas en español. Son un conjunto de normas para tener en cuenta en el ámbito empresarial.

Como el objeto del proyect Value4all son las inversiones en renta variable, los criterios se van a enfocar desde el punto de vista de estas. La sostenibilidad está cobrando una mayor importancia día tras día. Aquí radica la importancia de invertir acorde con los criterios que se exponen a continuación.

El invertir según estos criterios se trata de una macrotendencia: entidades e inversores van hacia un punto común en el que priorizan mitigar el cambio climático y atender las desigualdades sociales.

Ya no se trata solo de que los inversores busquen rentabilidades en esa dirección, sino que la sociedad entera se está comprometiendo con ello. Aquí entran los gobiernos respectivos de las naciones, las organizaciones y empresas, los civiles y los mercados financieros entre otros.

 La "E": criterios ambientales

Se incluyen todos los criterios relacionados con tener un impacto positivo directa o indirectamente sobre el medio ambiente.

En cualquier organización se consumen recursos y en casi todas se generan residuos también. Es por ello, que se trata de un criterio que afecta a todos los sectores de forma más o menos directa y, por ello, todas las entidades han de tenerlo en cuenta a la hora de actuar y en la toma de decisiones.

El cambio climático ha pasado a ser un gran foco de atención no solo en cuanto a lo social sino en el plano político y económico. Al fin y al cabo, el cambio climático es consecuencia de la actividad humana. A este efecto se le suman la deforestación, la contaminación atmosférica y del agua, la pérdida de biodiversidad y la fragmentación de bosques entre otros.

Existen herramientas que permiten medir estos efectos en el medio ambiente con el fin último de mitigar los efectos negativos en el planeta.

Los criterios ambientales se pueden subdividir en varios grandes grupos que son en aquellos en los que se hace hincapié que son respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables, la eficiencia energética, el agotamiento de recursos y la contaminación química. 

  • Emisiones de gases de efecto invernadero

Procedentes de las múltiples y diversas actividades a las que nos dedicamos, tienen un gran impacto en la atmósfera. La producción de energía, la industria del petróleo, el transporte, el sector alimentario, y el sector de la moda son los principales emisores de este tipo de gases.

La urgencia de reducir estas emisiones ha llevado a un acuerdo de los gobiernos de la Unión Europea en el que se ha firmado una reducción de las emisiones de un 40% a un 55% para 2030.

  • Energías renovables

Es de vital importancia el asegurar que las energías renovables se van a producir de forma sostenible.

Además, la neutralidad climática que se quiere alcanzar en 2050, indica que hay que llevar a cabo la descarbonización del sistema energético a través del abastecimiento sostenible de energías renovables. 

Gracias a los avances tecnológicos se posibilita la buscada transición energética verde. Por tratarse de un recurso muy competitivo, la electricidad procedente de fuentes renovables adquiere una mayor importancia por momentos.

  • Eficiencia energética

A la hora de mitigar los efectos del cambio climático es importante estudiar qué fuentes de energía se están empleando. En torno al 80% de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera están debidas a actividades muy ligadas al uso de energía.

El gran problema del uso energético es el aumento de gases de efecto invernadero que se emiten durante los procesos. Estos gases son los principales encargados del cambio climático y el mitigar su emisión es uno de los grandes retos que se han planteado a lo largo de los últimos años.

En este punto no se trata solo de intentar disminuir el uso de energía, que siempre que se pueda se debería intentar, sino más bien el buscar otras fuentes de energía como las renovables.

  • Agotamiento de recursos

No es viable de ninguna forma el ritmo del consumo de recursos que se tiene actualmente. A pesar de los esfuerzos hechos por muchas de las partes implicadas y las mejoras, es necesario un cambio si se quiere cuidar el planeta para las generaciones futuras.

Para cambiar esa tendencia se busca reducir las presiones ambientales en cada etapa del ciclo de vida de los recursos. Urge el aplicar políticas que afecten y protejan los recursos desde su extracción hasta su eliminación final. 

  • Contaminación química

La industria química ha sido de las grandes afectadas en materia de contaminación: los pesticidas y fertilizantes son solo algunos ejemplos. Es por ello, que nace la química verde: no solo analiza aquellos productos nocivos y tóxicos, sino que también enfoca sus esfuerzos en los procesos químicos.

Para abordar este tema existen doce principios que definen los objetivos de la química verde. Entre ellos destacan: prevenir la generación de residuos, empleo de materias primas provenientes de los recursos renovables, diseño de productos químicos y disolventes seguros y la reducción de productos derivados entre otros. 

La "S": criterios sociales

Los criterios sociales hacen referencia a la relación existente entre empresa y sociedad. Por supuesto, cuando se habla de empresa se engloba a los accionistas, propietarios, empleados, clientes y todos aquellos que hacen posible de forma directa o indirecta el trabajo en esa entidad. Nunca ha sido tan importante como en estos tiempos ser sensibles en materia relacionada con la sanidad, seguridad e inclusión social. Han cobrado aún más importancia después de la pandemia del COVID-19.

Aquí entra en conflicto un aspecto importante: la deslocalización a aquellos países subdesarrollados para utilizar la mano de obra local. Esto ha sido un escenario muy común en las empresas textiles entre otras a lo largo de los años. El trasladar la producción a un país con un nivel de vida muy inferior supone un ahorro en costes. Esta práctica que puede suponer un beneficio para ambas partes - a la empresa por su ahorro en costes y a sus trabajadores por la oportunidad de trabajar - ha sido cuestionada enormemente. Las condiciones bajo las que han trabajado estos empleados han sido a menudo infrahumanas y con salarios muy bajos con los que apenas pueden vivir. Actualmente, el reshoring está ganando popularidad debido al incremento de los salarios en Asia, las peticiones de los clientes en cuanto al acercamiento de la producción y la creciente automatización entre otros factores.

A continuación de tratan en más detalle los puntos principales involucrados en los criterios sociales.

  • Salud

Aunque hace unos años no se reconocía como aspecto para tener en cuenta; actualmente la salud está muy ligada a la sostenibilidad. Siendo las personas el mayor activo, no solo a nivel empresarial sino a nivel de la sociedad, es vital asegurar el acceso al sistema sanitario, así como garantizar que dicho sistema sea de calidad.

Según a la Agencia Europea de Salud y Seguridad, un 30% de las empresas europeas tienen un plan contra el estrés. Teniendo en cuenta los efectos colaterales de la pandemia y, en general, el estrés derivado de los distintos puestos de trabajo es urgente que se tengan en cuenta los problemas de salud mental. Al fin y al cabo, supone también una pérdida de eficiencia en el trabajo por lo que tanto empresas como sus trabajadores saldrán beneficiados de políticas que fomenten no solo la salud física, que por supuesto, sino la salud mental. 

  • Educación

La educación es prioritaria en cualquier país. Es un derecho humano y es esencial para alcanzar un desarrollo sostenible. La UNESCO, organización de las Naciones Unidas encargada de la educación, ha puesto el foco principalmente en la igualdad de género y en África.

  • Derechos humanos

Es necesaria la aplicación de los procedimientos necesarios que aseguren que se vela por los derechos humanos no solo de los trabajadores sino de todos aquellos implicados en la cadena de valor de la entidad. Deben existir medidas para mitigar y gestionar los abusos o aquellas denuncias que impliquen la vulneración de los derechos humanos. De este modo, también entra en juego en este punto la erradicación del trabajo con menores, la abolición de la discriminación de todo tipo, así como el fin de los trabajos forzosos.

  • Derechos de los trabajadores

Como ya se ha mencionado, en el grupo de los trabajadores hay cabida para los proveedores, los propios empleados, los accionistas y demás grupos implicados en la actividad que desarrolle la empresa en cuestión.

Se pueden recalcar dos puntos principalmente, por un lado, la igualdad de oportunidades y, por otro lado, las condiciones laborales.

En cuanto a la igualdad de oportunidades es lógico pensar en una retribución igual para un mismo puesto. También se remarca la igualdad a nivel de oportunidades de formación, empleo o inclusión para personas que presenten algún tipo de discapacidad. Por su parte, unas condiciones laborables justas tienen en cuenta la conciliación laboral con la vida familiar, el diálogo y la comunicación entre los distintos grupos que conforman la entidad y la participación de los trabajadores, en una medida adecuada, en la toma de decisiones. 

  • Prácticas comerciales controvertidas

Las empresas de menos tamaño, por ser agentes y beneficiarias del desarrollo inclusivo, tiene un papel crucial en materia de sostenibilidad. Son empresas que generan la mayor parte del empleo y facilitan a la mayoría de la población trabajo, a erradicar la pobreza y a reducir la desigualdad entre otros.

Las entidades inclusivas aportan bienes y servicios a aquellos que están en lo más inferior de la pirámide económica. De esta forma se les da la posibilidad de superar sus límites y crecer desarrollándose así y aportando valor a la sociedad.

La "G": criterios de buen gobierno

Se tratan asuntos en relación con la administración de la empresa, así como el cumplimiento de normas y directrices tanto internas como externas a la compañía. Los criterios de buen gobierno están cobrando más importancia cada vez. Si los objetivos de una empresa giran en torno a la sostenibilidad en lo social y lo ambiental, el gobierno de dicha entidad tiene que dirigirse hacia ese mismo lugar. Para ejecutar bien en los otros dos planos ya estudiados anteriormente, es de vital importancia centrar el foco desde arriba y unificar los objetivos de la entidad. 

La gobernanza debe de ser el eje sobre el que se vertebre todo lo demás. De ahí, que debe estar alineada con todos los objetivos establecidos en cuanto a los criterios sociales y ambientales. Existe un vínculo muy estrecho entre la buena gobernanza y la reputación de la empresa. Además, clientes e inversores demandan con mayor frecuencia información sobre cómo funcionan las empresas en las que depositan su confianza y qué objetivos tiene establecidos en el largo plazo.

Los reguladores de los distintos mercados exigen una mayor transparencia y más información acerca de las actividades actuales y a largo plazo de las que pretende formar parte la empresa.

Cabe destacar el papel que juegan los consejos de administración en las entidades a la hora de fomentar el desarrollo sostenible. La complejidad de los mercados con la inclusión de los criterios de sostenibilidad hace necesario robustecer las competencias ESG dentro de la empresa. Esto no es posible si no se empieza por su base, por el consejo.

Son principalmente cuatro los puntos para tener en cuenta cuando se trata de buena gobernanza.

  • Gobierno corporativo

Los ejecutivos deben de están mirando hacia el mismo horizonte que el resto de las partes involucradas en el proceso. Implicaría, por tanto, que la nueva estructura de gobierno corporativo incluya criterios de sostenibilidad: favoreciendo el pensamiento crítico y diverso, repartiendo de manera equitativa y justa los poderes, así como promoviendo la independencia de los consejeros y accionistas. Introducir los objetivos de sostenibilidad en el sistema de remuneración de los consejeros, así como en las pautas que dictan el control de la empresa son formas de mejorar la integración ESG en la entidad.

  • Riesgo extra financiero

Está demostrado que aquellas compañías que apuestan por la sostenibilidad están menos expuestas al riesgo y por ende son menos vulnerables a los shocks sistémicos.

  • Transparencia de información financiera

Siendo un punto muy demandado por los integrantes de las compañías -desde proveedores hasta clientes-, es indispensable que las entidades se mantengan transparentes. No solo permite que los accionistas y las partes interesadas estén al día con las políticas de sostenibilidad de la organización, sino que permite aumentar la confianza depositada y expone el alineamiento con los retos planteados globalmente.

  • Ética e integridad

La creciente importancia que se le da a la cultura de una empresa es precisamente porque permite establecer ciertas pautas para promover los valores que la entidad persiga. Políticas contra la corrupción, sistemas de compliance, códigos éticos de conducta y canales para denunciar posibles actuaciones son ejemplos de cómo una empresa se puede anteponer a situaciones.

Métricas para la sostenibilidad

Ante la expansión y la creciente tendencia de invertir en sostenibilidad, es necesario aunar criterios para llegar a resultados objetivos e independientes. Si las métricas recaen en manos de cada empresa y son parámetros subjetivos sin ningún tipo de rigor, no van a existir unos parámetros estandarizados y transparentes que permitan comparaciones entre empresas y sectores.

Un problema en auge actualmente es el greenwashing. Se trata de una práctica que pretende dar una imagen de una entidad o producto sostenibles cuando no lo son o solo lo son en cierta medida. En definitiva, es un engaño. Un segundo problema son las burbujas financieras causadas por la especulación. El tener unos criterios asentados y bien definidos evitaría estos dos problemas entre otros. 

Las empresas saben que para cautivar nuevos inversores es fundamental no solo que sean sostenibles, sino que puedan demostrarlo de alguna forma. Distintos informes corroboran que las entidades que apuestan por la inclusión y diversidad en sus plantillas son mucho más propensas a tener éxito en nuevos mercados y a incrementar su cuota de mercado. De este modo, la gran mayoría de directivos que han empleado estrategias de este estilo confirman unos resultados mejores.

Si bien existen muchas formas de medir dichos principios, hay algunas métricas asentadas y muy extendidas que presentan una elevada fiabilidad. A continuación, se exponen algunos de los modelos que permiten hacer un análisis de las distintas empresas.

S&P Global

Para la empresa S&P Global la inversión sostenible se basa en incluir criterios “extra financieros” a la hora de invertir en una empresa u otra. Entran en juego las siglas ESG que se explican por la firma a continuación. 

Los criterios de medioambiente se basan en informes llevados a cabo por la empresa en cuestión a analizar, así como por los esfuerzos que lleva a cabo la misma para minimizar el impacto de su actividad sobre la atmósfera y el medio ambiente. Se incluyen puntos críticos como el uso de los recursos ambientales o el tratado de los residuos una vez que son desechados, entre otros muchos.

En los criterios sociales entran todos aquellos que tienen que ver con las relaciones en el lugar de trabajo, así como las relaciones establecidas con el resto de la sociedad. Tienen gran peso factores como la igualdad y diversidad, así como las iniciativas filantrópicas.

El criterio que abarca el gobierno corporativo incluye remuneraciones y tiene en cuenta la relación entre los accionistas y los trabajadores. Además, aborda la estructura interna de la empresa y las remuneraciones y derechos de los directivos.

Dichas dimensiones son analizadas individualmente a través del estudio CSA en donde se analiza específicamente cada una de las empresas. Este estudio pretende dar un impulso a la comprensión que tienen las empresas sobre sostenibilidad promoviendo su actuación de forma sostenible. Existen ciertos criterios que se emplean para desarrollar el estudio ya mencionado.

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Tabla 1. Criterios de puntuación del estudio CSA. Fuente: S&P Global y elaboración propia.

S&P Global se basa en seis aspectos que considera fundamentales a la hora de analizar dichos criterios. En primer lugar, obtiene información de inversiones con experiencia. Además, trabaja con compañías durante mucho tiempo de tal forma que le permite conocer bien no solo la empresa en cuestión sino la industria en su totalidad.

Otro de sus criterios es el utilizar a las compañías para producir cambios que se puedan medir. Así mismo, el balance metodológico que utilizan para llevar a cabo dicho análisis combina la información que ya se tiene junto con las métricas que se esperan a futuro. Una diferencia principal con respecto a otras empresas de análisis es que buscan puntuaciones de fondos tocando de este modo muchos aspectos relevantes. Por último, la empresa asegura llevar un seguimiento de sus clientes independiente lo que proporciona a los análisis de una alta calidad.

Algunos de los números que hacen relevante a este método son que lleva un análisis a 8,000 compañías a nivel mundial llevando a cabo de este modo más de 340,000 investigaciones actualmente. Entre los valores y puntos que testean cuentan con aproximadamente 1,000 métricas. No obstante, a la hora de analizar los distintos aspectos se focalizan en 130 peguntas de las cuales solo 30 tienen peso en la puntuación final en función de las actividades que desempeñe la empresa que se esté analizando. De este modo, se logra englobar las tres dimensiones que engloban la sostenibilidad: ESG.

MSCI

Las siglas de MSCI hacen referencia a Morgan Stanley Capital International. En un primer momento, en 1968, la firma era Capital Internacional y se encargaba de hacer públicos unos índices que cubrían el mercado bursátil a nivel mundial. No fue hasta 18 años más tarde, en 1986, que Morgan Stanley decidió licenciar los derechos de los índices pasando a denominarse MSCI. Supusieron unos índices referentes fuera de Estados Unidos. A partir de la fecha son varias las adquisiciones que ha ido haciendo la empresa. Cabe destacar que la matriz Morgan Stanley se desprendió en 2007.

Los índices MSCI ayudan a conocer la evolución del mercado siendo especialmente útiles para gestores y analistas. En un inicio la firma empleó ocho factores para analizar los fondos: valor, medida, momento, crecimiento, volatilidad, liquidez, evolución y apalancamiento financiero.

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Figura 1. Facturación de MSCI en dólares entre 2017 y 2021. Fuente: MSCI.

El gráfico que mostrado refleja la facturación de la firma en los cinco últimos años. Cabe recalcar dos aspectos: por un lado, los altos flujos de caja con los que cuenta lo que implica el tamaño de la empresa que se va a estudiar y, por otro lado, el crecimiento que está experimentando en los últimos años. En tan solo cinco años la facturación de la firma prácticamente se ha duplicado.

La empresa ofrece muchos índices basados en diversos aspectos. Para el caso, aplica el estudio de los índices basados en los criterios ESG. Desde la empresa, afirman que no solo se centran en aspectos de impacto directo sobre el planeta, sino que también incluyen el ámbito social y contexto de gobernanza para estudiar la sostenibilidad.

En cuanto al primer punto de los criterios, el relacionado con el medio ambiente, MSCI recoge más de 900 métricas y una variedad de herramientas climáticas que hace posible el estudio del impacto físico del cambio climático. Además, permite analizar la respuesta que están dando los distintos gobiernos y cómo afecta de forma directa sobre las carteras de los inversores. De este modo, para obtener unos criterios más acertados han acelerado el uso de herramientas en el último año. Un ejemplo de ello es la implementación de un modelo que permite ver si las empresas se alinean o no con los distintos caminos de sostenibilidad climática (por ejemplo, con el incremento de temperatura global). Otra herramienta que se viene utilizando desde hace un año es el “Net-Zero Tracker” que estudia la huella de carbono y la trayectoria de las emisiones de más de 9300 empresas que cotizan en bolsa.

Los MSCI ESG ratings posibilitan darle una puntuación en materia de sostenibilidad a los distintos fondos o empresas. Las puntuaciones varían desde AAA, AA siendo las mejores puntuaciones que obtener, pasando por A, BBB, BB siendo términos intermedios y terminando con B, CCC que son los puntuados más negativamente en sostenibilidad.

Para desarrollar el sistema de puntuaciones se establece una jerarquía con los criterios que se van a estudiar. Partiendo de los tres criterios matriz: ambiental, social y de buena gobernanza, se estudian diez subtemas en función del sector y las actividades que desarrolle la empresa para, por último, escoger 35 subramas que permitan llegar a las actividades más específicas de la empresa. Dentro de estas actividades en función de si el impacto que tienen es a largo o corto plazo y teniendo en cuenta el nivel de contribución que tienen a la hora de estudiar el impacto, se les da un peso diferente. A continuación, se presenta el estudio de un modelo de empresa.

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Tabla 2. Ejemplo de un análisis por MSCI según los distintos criterios de sostenibilidad. Fuente: MSCI y elaboración propia.

En este caso se han seleccionado aspectos a analizar de una empresa que carece de relevancia para el caso que se está estudiando. Es un mero ejemplo del estudio que se hace para estudiar hasta qué punto una empresa está alineada o no con los criterios ESG.

Una vez puntuados dichos aspectos específicos para cada empresa (entre el 1 y el 10), se lleva a cabo un cómputo global. Sin embargo, el estudio no acaba aquí, sino que los resultados que se obtienen son interpretados por analistas que permiten su diagnóstico posterior.

Morningstar

Morningstar es una referencia para los inversores. Facilita información junto con su posterior análisis que permite invertir de manera más eficaz. La empresa ofrece datos de aproximadamente 437.000 inversiones donde están incluidos fondos de inversión, acciones y datos globales en tiempo real. 

Joe Masueto fue quien empezó la actividad de Morningstar en 1984 y fue defensor de que la información de los fondos de inversión debía de ser accesible a todo aquel que lo buscase. El fin de la empresa era el de aglutinar y organizar los datos de tal forma que facilitase al inversor la recopilación y análisis de la información acerca de distintos fondos y activos.

Actualmente, la entidad ha experimentado un notable crecimiento y aporta datos incluso en tiempo real. Además, entre la información que aporta al inversor se incluye una amplia gama de productos financieros. El análisis que ofrece sobre los distintos productos no es meramente numérico, sino que los analiza desde otros puntos de vista.

Ejemplo del análisis exhaustivo que lleven a cabo es el rating que clasifica los fondos de inversión. Para desarrollarlo, agrupa los fondos por categorías, teniendo en cuenta su rentabilidad en distintos momentos e incluyendo las comisiones de cada producto. También incluye los riesgos derivados de la inversión en cada producto. Con toda esta información, se elabora el rating donde se van posicionando los distintos fondos. Las calificaciones se dan con estrellas por lo que aquellos fondos que tengan mejores resultados en el análisis tendrán cinco estrellas y, aquellos que hayan puntuado peor, pero tendrán menor número de estrellas. Para desarrollarlo se estudia desde un punto de vista puramente cuantitativo de tal forma que se alcance una mayor objetividad eliminando así todos los criterios subjetivos o en los que pueda influir la opinión.

En 2016, la compañía estableció el Rating de Sostenibilidad Morningstar. El lanzamiento de este rating se debe a la importancia que están adquiriendo las inversiones sostenibles en los últimos años. Según indican los datos, las estrategias financieras basadas en criterios sostenibles crecieron casi en un 40% en dos años desde 2016. Además, en 2019 estas inversiones atrajeron a más del triple de inversores que en el 2018. 

Cuando se comenzó con este rating se puso dio mucha importancia a la materialidad. Como las empresas buscan la rentabilidad y el crecimiento, se interpreta que la información es relevante a nivel de sostenibilidad cuando tiene impacto directa o indirectamente sobre la rentabilidad de la entidad. Sin embargo, estos factores difieren en función del sector o la actividad que desarrolle la empresa a analizar. Existen estudios que avalan que las empresas con una puntuación positiva en cuestiones ESG material tienen mejor rendimiento que aquellas que no fijan la atención en la materialidad o que directamente no incluyen la sostenibilidad entre sus valores.

Por naturaleza, según la industria en la que actúe una determinada empresa, existen distintos riesgos a evaluar. Por ejemplo, en la industria petrolera se da gran importancia a las emisiones de gases de efecto invernadero y los residuos tras las actividades mientras que en la industria informática pesa más la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios.

Teniendo esto en cuenta, la evaluación sostenible de una empresa comienza por aquí. Se estudia y analiza la empresa en función de lo que ofrece a la sociedad. Esto no implica que solo se analice el producto o servicio sino todo el proceso que le ha llevado a la obtención de este. A continuación, se analizan las medidas que ha tomado la empresa para mitigar ese riesgo: es evidente que hay actividades que suponen riesgos a pesar de que se tomen múltiples medidas preventivas. La calificación entonces tiene en cuenta el riesgo que perdura a pesar de las medidas tomadas y en función de su actividad.

Conocidas las evaluaciones se lleva a cabo el rating con los resultados obtenidos. En vez de puntuar con estrellas, la puntuación se refleja en función de alto o bajo donde la puntuación alta supone un mayor riesgo. El rating elaborado por Morningstar supone un gran avance por la posibilidad de comparar industrias y la transparencia que aporta al estudio de las distintas empresas. A continuación, se exponen algunas de las ventajas más significativas del rating.

Como punto de partida, se establece una puntuación teniendo en cuenta el riesgo al que se enfrenta una empresa por pertenecer a un determinado sector. Tener en cuenta el riesgo material a la hora de analizar una empresa es de vital importancia en este rating.

Como segundo punto, el sistema de puntuación ofrecido permite desarrollar una comparativa entre las diferentes industrias. Ratings anteriores de la firma solo permitían comparar empresas dentro de un mismo sector mientras que con el actual se ha ampliado a la posibilidad de poder estudiar empresas pertenecientes a diversas industrias.

Dentro de Morningstar es Sustainalytics la encargada de desarrollar la clasificación de las compañías según el riesgo ESG. A continuación, se muestra un análisis europeo realizado por Morningstar que puntúa a las entidades en función de los criterios de sostenibilidad.

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Figura 2. Riesgo ESG. Fuente: Morningstar.

Como conclusión de la tabla se deduce que en el plazo de un mes las empresas que obtienen mayores rentabilidades son aquellas con una puntuación más baja en los criterios ESG. No obstante, a largo plazo se aprecia que esta rentabilidad disminuye. Entonces el incremento de rentabilidad se da ahora en las empresas que apuestan por la sostenibilidad.

Principales empresas de la industria del Apparel

Los cambios en clientes y en las presiones a las que se ven sometidas las empresas van cambiando y modificando la forma en que avanza la industria del Apparel a nivel mundial. 

Si quieres saber más sobre esta industria, puedes ver nuestro análisis de la misma por fundamentales. Según el informe llevado a cabo por Brand Finance, las marcas de lujo han crecido en un 21% en 2021 pasando de 103 billones de dólares a 125. También han crecido las firmas relacionadas con el deporte en un 10% estando actualmente en 74 billones de dólares. Las firmas que han decrecido en un 7% son aquellas relacionadas con la ya mencionada moda rápida.

Como consecuencia de la pandemia, son muchos los que se quedan trabajando en casa optando por confort más que por la moda y esto se ve reflejado en el auge de las marcas deportivas.

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Tabla 3. Principales empresas de Apparel a nivel mundial. Fuente: Elaboración propia.

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Figura 4. Ingresos principales empresas Apparel 2021-2022. Fuente: Elaboración propia.

A lo largo de la pandemia, las firmas dedicadas al deporte se han disparado. Nike lleva siendo la marca textil más valiosa por séptimo año consecutivo. La firma invierte grandes cantidades en tecnología para conseguir una ventaja innovadora frente a la competencia. En el informe elaborado por Brand Directory se aprecia como marcas deportivas de mucho menor tamaño son las que más están creciendo. Por ejemplo, la firma de Skechers ha crecido en un 68% en el último año llegando a facturar 5,500 millones de dólares en 2021.

Otra conclusión que se puede sacar del informe es que las marcas centradas en el fast fashion han decrecido en este último año. Muchas de las firmas dedicas a este tipo de moda ingresan la mayor parte de forma presencial por lo que las ventas online han sido perjudiciales para dichas empresas. Los precios relacionados con el transporte y logística derivados de las ventas online han supuesto todo un reto ya que son firmas que cuentan con poco margen por prenda, en términos generales.

Por último, el sector del lujo ha crecido enormemente. La mitad de las marcas que figuran en la tabla como las más grandes en el sector del Apparel son firmas de lujo.

Para desarrollar el análisis del trabajo se han seleccionado dos empresas. Se han escogido Nike y Adidas. De este modo se podrá establecer cierta comparativa de Nike frente a Adidas, por tratarse de un mismo sector y tener un mercado objetivo muy parecido.

Comparativa de las dos empresas bajo análisis

La empresa S&P Global da a Nike una puntuación global de 30 con respecto a la media de sus homologas de aproximadamente 20 puntos sobre 100. De este modo, se encuentra en la media, pero ligeramente superior a las demás firmas del sector.

En cuanto al análisis llevado a cabo por Sustainalytics, la puntuación de Nike se va a 16,9 sobre 50 donde 50 supone un riesgo alto para la sostenibilidad de la firma.

Del tercer análisis desarrollado por MSCI, se concluye una puntuación final de una media alta. Por estar calificado dentro de unos márgenes y no calificado con un número como tal se ha decidido hacer la media de su categoría para poder establecer una comparativa con el resto de las firmas. Así, se ha obtenido una puntuación de 43 sobre 100 donde una puntuación menor se corresponde con una actuación más sostenible.

Para poder desarrollar una comparativa entre los tres ratings, se procede a calificar sobre 100 las distintas puntuaciones estableciendo 100 como el mejor punto en que una empresa puede encontrarse. Así, se obtiene la tabla que se muestra a continuación.

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Tabla 4. Puntuaciones según las distintas métricas analizadas. Fuente: elaboración propia.

Los valores anteriores solo tienen valor en la medida que se puedan comparar con la media de la industria del Apparel. Para facilitar el análisis se ha construido otra tabla en la que se muestran dichas medidas en una puntuación sobre 100 y calculadas con respecto a sus homólogas.

Empezando por el análisis de S&P Global; y teniendo en cuenta que la puntuación final la hacen contando con un 30% de la puntuación de los criterios medioambientales, otro 30% teniendo en cuenta los sociales y el 40% restante según la puntuación de gobernanza, se obtiene una puntuación de 31,2. Estableciendo una regla igual para la media del sector se obtiene 20,4. Por lo tanto como se busca ver en qué posición con respecto a sus homólogas se encuentra, se puede tomar 20,4*2 como si fuese el total. De este modo, la puntuación de Nike pasa a ser 31,2 entre 40,8 lo que le sitúa en un percentil de 76 sobre 100.En segundo lugar, se analiza la puntuación otorgada por Sustainalytics donde el rango va de 0 a 50, consiguiendo una mejor posición cuanto menor sea la cifra. En este caso, se ha calculado la posición sobre 100 multiplicando por dos la puntuación y restándole el total. De este modo, se obtiene una puntuación de 66,2 puntos sobre 100.

Por último, para obtener la calificación de MSCI respecto al nuevo punto de referencia, se ha cogido el punto medio del rango en el que se encuentra Adidas. Así, como Nike está entre el 47 y el 66 % se le ha otorgado una puntuación de 56,5.

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Tabla 5. Comparativa de las puntuaciones según las distintas métricas analizadas. Fuente: elaboración propia.

Una vez unificados los puntos de referencia de los datos se pueden establecer comparativas y hacer un análisis más exhaustivo.

Se deduce fácilmente que el análisis desarrollado por S&P Global tiene un balance más positivo de la firma Nike con respecto a Sustainalytics y que estos distan bastante de la puntuación otorgada por MSCI.

Estableciendo una media aritmética entre las tres evaluaciones, Nike obtiene una puntuación de 66 puntos sobre 100. Este le coloca en una posición más avanzada que la media del sector del Apparel. Aún así, todas las iniciativas que se han ido poniendo en marcha en los últimos años no han sido suficientes para hacer de Nike una firma líder en sostenibilidad.

En lo referente a Adidas, se ha desarrollado una tabla con las tres puntuaciones obtenidas por los distintos análisis.

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Tabla 6. Puntuaciones de Adidas según las distintas métricas analizadas. Fuente: elaboración propia.

Estos valores, de nuevo, de nada sirvne si no se establece una base homogénea que unifique las métricas y permita establecer una comparativa entre ellas junto con las acciones y criterios propios de Adidas.

Para ello, se ha decidido establecer una puntuación en una escala entre 0 y 100 donde 100 representa una mejor actuación y siendo por tanto el cero el punto en el que se encuentren aquellas empresas menos implicadas en la sostenibilidad.

Aplicando lo comentado el análisis de S&P Global permanece tal y como está. La métrica de Sustainalytics está en un rango entre 0 y 50 donde 0 representa el menor riesgo, es decir, una mayor sostenibilidad en la empresa. Por ello, para que la escala se ajuste a 100, la puntuación debería ser doblada llegando a los 27 puntos y además inversa obteniendo así un valor final de 73. Por último, en cuanto a MSCI, como utiliza rangos es complicado determinar su posición exacta en la escala. Se sabe que está entre el 19% que mejores resultados ha obtenido por lo que se va a establecer una media del rango para asignarle dicha puntuación. Así, la media del rango está en 9,5 y se obtiene una puntuación de 90,5 sobre 100.

Con todo ello se procede a comparar:

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Tabla 7. Comparativa de las puntuaciones de Adidas según las distintas métricas analizadas.   Fuente: elaboración propia.

Una vez unificados los puntos de referencia de los datos se pueden establecer comparativas y hacer un análisis más exhaustivo.

Se deduce fácilmente que el análisis desarrollado por MSCI y S&P Global tiene un balance mucho más positivo de la firma Adidas con respecto a Sustainalytics.

Si se establece una media entre los tres análisis se obtiene una puntuación aproximada de 83 sobre 100. Este resultado sitúa a la firma en una posición muy buena con respecto a sus homólogas. Está claro que los esfuerzos de Adidas son altos por lograr tener un impacto positivo en materia de sostenibilidad. Sus principios y lo que dicen hacer parece estar alineado con lo que hacen y los resultados que consiguen lo que coincide también con la puntuación total obtenida.

Conclusiones

Por último, y haciendo alusión al análisis cuantitativo realizado en la última parte del proyecto, cabe destacar que tanto Nike como Adidas están bien posicionadas con respectos a sus homólogas en lo que se refiere a sostenibilidad.

Tras haber establecido una comparativa de los ratings de S&P Global, MSCI y Morningstar;  y haber unificado la forma de medir dichos criterios para poder plasmarlos en un mismo eje, se ha conseguido establecer la comparativa deseada entre Nike y Adidas.

Con respecto a Nike, se encuentra en el percentil 66 sobre 100. Dicha medida se interpresa como que la sostenibilidad de Nike está por encima de la media del resto de firmas del Apparel ya que la media está en el 50. Así, se concluye que la multinacional está bien posicionada con respecto a sus homólogas pero tiene un gran espectro de mejora para posicionarse como líder.

Al analizar Adidas, se sitúa en un 83 sobre 100. Con esta puntuación, se posiciona como una de las mejores grandes empresas del Apparel en lo que se refiere a sostenibilidad. Como se ha comentado, los constantes cambios hacen que la firma no pueda quedarse a la vanguardia sino que, tal y como viene haciendo, debe continuar con su apuesta por la innovación y mejora permanenetes.

Evidentemente, son muchas las acciones que quedan por desarrollar pero la ruta de objetivos que tienen marcadas ambas firmas es muy esperanzadora y, de conseguirlo, ambas se mantendrán como líderes en este ámbito.

Cabe mencionar que se trata de un aspecto expuesto a una mejora permanente. Por lo menos por el momento, son muchas las acciones que se pueden llevar a cabo en las empresas para mejorar la sostenibilidad tanto dentro como fuera de la firma por lo que se trata de un tema en el que las empresas no pueden estancarse sino buscar siempre qué más pueden hacer para mejorar y posicionarse mejor en el mercado.

La tendente apuesta por la sosteniblidad por parte de los inversos hace un clima perfecto en el que las empresas, ya no por mottu propio, sino por la necesidad de obtener inversores, debe remar conjuntamente hacia un horizonte más sostenible.

Notas:

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