¿Por qué invertir?

Según la Real Academia Española de la lengua, invertir se define como “emplear, gastar, colocar un caudal” y “emplear u ocupar el tiempo”. Es decir, se trata de la utilización de un recurso limitado (como el tiempo o el dinero). La revista Forbes (2018) define inversión como “La actividad por la cual una persona física, una empresa o una institución destina sus ahorros o dividendos a otra actividad que le permita generar ganancias con el paso del tiempo y que tiene el objetivo de evitar la pérdida o derroche de dicho capital.”

Por lo tanto, para invertir es necesario disponer del recurso (dinero) que permita realizar la inversión. La fuente más normal de este recurso es el ahorro. En palabras de Francisco García Paramés (2016) “el ahorro lo acumula cada persona a ritmo distinto y con sacrificio variable con esa parte de nuestros ingresos que no dedicamos al consumo. El ahorro financia el desarrollo tecnológico y la creación de riqueza, a la que debemos la mejora continua de las condiciones de vida que disfrutamos en nuestro tiempo”.

De esta manera, una persona o familia que ahorre una parte del dinero que ingresa, podrá acceder a una fuente de riqueza futura, si sabe cómo invertir ese ahorro. Este no parece ser el caso más común en España, como se puede ver en la figura 2.5.

En 2018 el ahorro medio sobre la renta disponible fue de un 4,9%. Esto quiere decir que si la renta neta disponible, en ese mismo año, fue de 11.412 € por persona el ahorro sería de 559,19 € por año. En el mejor de los casos, ahorrando desde los 25 hasta los 65, se tendría ahorrado para la jubilación 22.367,52€, sin contar la inflación. Teniendo en cuenta una inflación del 2% anual, trascurridos esos 40 años, ese dinero tan solo valdría 9.969,21€.

Sin embargo, si esa misma cantidad ahorrada cada año, la invertimos durante 40 años con una rentabilidad del 5,53% (rentabilidad del S&P500 durante los últimos 100 años sin tener en cuenta la inflación) tendríamos 81.214,53€, casi 4 veces más que ahorrando dinero sin invertirlo.

Por lo tanto, es necesario concienciarse de esa necesidad de invertir y que, si se realiza de forma correcta y con la preparación adecuada, es posible sacar una rentabilidad que esté dentro de valores lógicos y poder generar dinero con parte de los ahorros.